1ª. CONCLUSIÓN DE LAS NUEVE DE LA MAÑANA (Capítulo 12 de un libro incompleto).
Después de haber hablado aspectos varios sobre la escritura de
la música, otros sobre la analogía de notas y colores, llegamos a la conclusión
de que en poco se parece una forma de representar el sonido (la clásica) a la
colorista, mucho menos en pinturas orgánicas como las de Kandinsky. En el fondo
hay muchas cosas que tratar para que coincida la pintura y la poesía. La música
se aparta de la iconicidad para parecerse a la escritura, y eso le lleva a
códigos lineales, apoyándose en una lectura temporal. La pintura se expresa en
el plano, con sus colores (ya una separación estética de lo que es la música no
desde el sentir, sino desde la escritura monocromática), sus formas propias, y
la bidimensional que sugiere muchas de las veces tres dimensiones espaciales
antes que tiempo y alturas. Al final pinturas musicales y escrituras de la
música pueden parecerse en base a que coincidan sus estéticas o parámetros,
pero es difícil la coincidencia, incluso cuando el parámetro sea común a un
tipo de código, ya es difícil que coincida la estética, y si no comparemos
escrituras musicales de distintas épocas. Más sobre todo, en el principio de la
oposición pintura/poeisis una juega a ser explícita y la otra mucho más
implícita.
Reflexión posterior (1.b)
Es decir, para que una
partitura se parezca a un cuadro debería ser un poco más sentida y atrevida que
de costumbre, alejándose de la escritura convencional y cayendo en las nuevas
grafías…, pero eso a veces lleva a la abstracción, a veces al esquematismo, y
hay muchas pinturas que pretenden ser musicales sin ser abstractas ni
esquemáticas. Por la parte en que la pintura se pretende acercar a la visión de
la música hay que distinguir cuando pretende ser sonido, de cuando pretende ser
la escritura del mismo, pues los modelos de inspiración son distintos. Nos
puede parecer un Klee basado en bandas o cuadraditos una especie de partitura,
muy probablemente, pues cada banda puede ser entendida como una línea, el
conjunto del plano como una sucesión de las mismas, y el plano puede
confundirse con la plana de una partitura, pero esto es quimérico. De hecho,
tal fórmula se puede aplicar a las viñetas de un Mondrian y el resultado puede
dar a silencios y acordes o notas varias (3 en total), en una inferencia que no
es propia de este autor, pues Klee sí conecta con la música y Mondrian en su
etapa europea, es más estructuralista y abstracto.
Paul Klee,
https://culturainquieta.com/es/inspiring/item/10703-digitalizan-los-bellisimos-diarios-de-paul-klee.html
2ª CONCLUSIÓN, de las 16:59.
La dialéctica de ver figurativo o abstracto se basa en las formas. Más por "abstracto" no siempre hay que mirar a las formas, aunque sea lo que nos lleva distinguir lo figurativo de lo que no lo es, me refiero no a otra cosa que el fondo como significado. Y sí, llanamente los vocablos de abstracto y figurativo se soportan en la forma. Se dice que la música es abstracta porque los sonidos lo son, pero a nivel semiótico las letras también lo son, y su significado es cerrado. El significado concreta el mensaje de los signos abstractos, y eso implica que de la apariencia abstracta de ciertas figuras podemos sacar significados muy concretos. Forma, fondo y trasfondo superando aún más los niveles de la apariencia ya no de los significantes, sino de los significados. La abstracción pictórica puede ser igualmente soporte de significado concreto, o expresión estética del no signo, al igual que la música instrumental.
Lo taxonómico de lo naturalista nos lleva a la distinción de figurativo o abstracto en base a significantes, significantes concretos y no todos, reducidos a un campo de la experiencia o particularismo de lo natural.
Me encanta la palabra por su capacidad de transmitir significado y significados, pero aborrezco a veces la necesidad de que la música para ser escuchada, soportada o entendida deba acompañarse de la misma. Música instrumental, paisajes, bodegones..., da igual... mis creencias en estos puntos fijos las comparto con otros, móviles, errantes, difusos, pero no excluyo: solo la integración es la integridad del desarrollo estético.
Pero a veces parece que el arte de vanguardia está en la retaguardia.
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